Madres infantiles, falta de maternaje y carencias adultas

1. Madres infantiles

Las madres infantiles son aquellas que tienen profundas carencias afectivas.

Si indagamos un poco en la biografía de estas mujeres encontraremos vacío, desamparo, ausencias y todo tipo de vivencias difíciles.

Debido a sus carencias, una madre infantil tiene serias dificultades para quererse y satisfacer por sí misma sus propias necesidades. No sabe hacerlo.

Lógicamente una madre infantil tampoco está en condiciones de satisfacer las necesidades afectivas de otros y aquí incluimos a sus hijos.

La madre infantil es la que antepone sus necesidades a las de sus hijos.

Una madre infantil busca que el entorno satisfaga sus necesidades y para ello se recrea en patrones de victimismo, queja y manipulación.

Así en muchas familias podemos ver que son los hijos los que están en una posición de adulto intentando que a la madre no le falte de nada para que esta sea medianamente feliz.

Estas madres se vuelven emocionalmente ausentes para sus hijos.

2. Falta de maternaje

Falta de maternaje es no haber sentido en la infancia la presencia de una madre en la totalidad y cuando hablo de presencia no solo me refiero a presencia física si no sobre todo a una presencia nutricia que sea capaz de ofrecer atención, respeto, escucha, apoyo, consideración, afectó y respaldo.

La historia es la misma de siempre: generaciones que van legando sus carencias a las generaciones posteriores.

Como este cuento hunde sus raíces en tiempo remotos no podemos hablar de culpables, tampoco de víctimas. Sólo queda lugar para hablar de responsabilidad.

3. Carencias adultas

Cubrir tus propias carencias es un compromiso que le corresponde asumir a tu yo adulto.

Es tu yo adulto desde su capacidad de comprensión el que puede liberar y trascender tus carencias infantiles.

Aunque las consecuencias de la falta de maternaje se experimentan también en la adultez, las herida profunda es infantil.

Hay que volver a conectar con ese niño herido, molestó y cabreado y preguntarle qué necesita, de que se queja….

Reconocer que poseemos ciertas carencias e identificarlas es un gran paso para empezar a hacer modificaciones.

Revisar nuestro pasado es un derecho que todos tenemos y es necesario ejercerlo para empezar a incorporar en nuestras vidas aquello que realmente anhelamos.

Contactar con las propias carencias no es sencillo, ni mucho menos placentero (al menos al principio) pero son precisamente esas carencias las que esconden tus potenciales virtudes y fortalezas pues ellas simplemente son semillas que están a la espera de ser revisadas y transformadas.

Como siempre digo, los padres marcan los patrones pero nosotros en ejercicio de nuestra libertad decidimos por donde cortar.

Recordarte que en mi curso Madre Detox te enseño las claves para armonizar ( en tu interior) la relación con tu madre.

 

4 comentarios en «Madres infantiles, falta de maternaje y carencias adultas»

  1. Si el niño se queja de no recibir cariño y comprensión de su madre y el adulto sabe que es imposible recibirlo de ella. Qué actitud tomar?. Tan sólo admitirlo y respetarlo? Saber que una relación plena de madre e hijo en tu caso no es posible?. En este caso, cómo frenar la frustación de que por dicha relación se pierde felicidad?.

    Gracias.

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    • Hola.

      Podemos abrirnos a recibir cariño de diferentes fuentes o personas, no tiene porque ser necesariamente de la madre sobre todo si ella en concreto tiene serias limitaciones para darlo. Pero el trabajo principal consiste en que uno mismo tiene que empezar a darse lo que necesita.

      Lo bueno es que de adultos somos más capaces de contactar con nuestras necesidades no resueltas para poder expresarlas a nuestra madre o a quien necesitemos y eso proporciona una gran libertad, de niños desafortunadamente contamos con menos recursos y nos sentimos más impotentes.

      Por otro lado para que existe una relación más viable y armoniosa madre-hijo (aunque no necesariamente plena) hay que hacer un trabajo con uno mismo, con nuestra vision, ya que ló inmportante no es como es nuestra madre si no como nosotros la percibimos y vivenciamos.

      Para no entrar en conflicto o sentirnos mal por la relación con nuestros padres hay que hacer un trabajo interno que es largo dece explicar aquí, en cualquier caso es importante saber que podemos sentirnos más felices si empezamos a aceptar, en este caso a la madre, ya que juzgarla o querer cambiarla y corregirla sólo aviva el conflicto externo con ella e interno con uno mismo.

      Gracias por plantear tan interesantes preguntas.

      Saludos.

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  2. Bufff¡¡¡ Este articulo me remueve muchas cosas……Pero estoy aprendiendo aceptar el pasado, a ser feliz en el presente y mirar el futuro con esperanza……poniendo mis limites, que por desgracia con ella ( mi madre ) tienen que ser muchos….pero es lo que hay……Estoy aprendiendo a responsabilizarme de mi vida y mi felicidad, yo a ella no la puedo cambiar, además ahora entiendo que no es posible….tengo yo que cambiar mi actitud, mi forma de ver las cosas, mi forma de relacionarme con ella y curar….curar heridas…..pero yo……Estoy en el camino….jajjaja, pero a veces se necesita ayuda…..y no pasa nada. Si uno/a se aprende a querer el primer paso es pedir ayuda cuando se necesita……..

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    • Hola Begoña. Me alegra que estés en el camino y que busques tu propia felicidad. Como bien dices a nuestros familiares no podemos cambiarlos pero si modificamos nuestra actitud hacia ellos la relación puede mejorar notablemente, a veces podemos hacer modificaciones por nosotros mismos pero también está bien pedir ayuda sobre todo cuando no tenemos herramientas o nos sentimos bloqueados. Saludos.

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