Cómo sanar la relación con tus padres

Indice de contenidos

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1. Los pilares de nuestra autoestima

 Los padres son figuras de autorregulación que marcan con sus limites lo que es adecuado o no para el niño dentro de su familia y la sociedad.

Este mecanismo ayuda al niño a tomar referencias del exterior y adaptarse a los entornos.

Cuando esta regulación se hace en forma de critica y desvalorización, el niño introyecta estas voces de sus padres en su interior y de adulto su diálogo interno pasa a reproducir estas voces de forma automática.

Es decir, de adultos nos decimos exactamente lo mismo que nos  decían nuestros padres.

Padres críticos dan lugar a hijos que de adultos son muy críticos con ellos mismos.

Por este motivo, de adulto, si quieres cambiar todos estos introyectos, debes hacer un trabajo interior para detectar tu dialogo interno destructivo y reprogramarlo, creando nuevas creencias sobre ti mismo, que te alienten y empoderen.

2. Formas en las que generas desorden y conflicto al relacionarte con tus padres

El resentimiento hacia los padres conlleva consecuencias negativas en diferentes ámbitos de nuestra vida, especialmente en las áreas de nuestra vida donde nos hemos visto mas heridos y limitados por ellos.

Para sanar la relación con tus padres es fundamental que te ubiques en el rol que te corresponde dentro de tu familia.

Se genera mucho desorden y conflicto en tu vida cuando:

• Haces de padre de tus padres
• Estas constantemente reprochándoles
• Les aleccionas para que cambien

Estas tres actitudes producen desaramonia porque con ellas te pones de «grande» asumiendo cargas que no te corresponden que te restan energía y te anclan al pasado y el resentimiento.

3. Padres no amorosos

3.1 Madre no amorosa

Una madre no amorosa se relaciona con sus hijos desde patrones poco saludables que generan conflicto y violencia.

La madre no amorosa proyecta sin darse cuenta su sombra o asuntos no resueltos en su hijos.

Debido a sus carencias está muy centrada en que los demás satisfagan sus propias necesidades y descuida o no tiene en cuenta las de sus hijos.

Como hijo, si tu madre es poco amorosa, la habrás sentido como distante emocional y poco nutridora.

También hay otro perfil de madre más presente pero desde una actitud de miedo, agobio y asfixia que limita y manipula para tener a sus hijos pendiente de ella.

Si uno de estos dos fuera tu caso, y si estás leyendo estas líneas supongo lo es, puedes potenciar la figura de la madre amorosa en tu interior.

La madre amorosa es fuente de nutrición, apoyo, comprensión y amor incondicional.

3.2 Padre no amoroso

Por un lado esta el padre que abusa de su poder, impone sin explicar teniendo solo en cuenta su punto de vista acerca de como son y deben hacerse las cosas, su visión es egoísta y no ve las necesidades reales de su hijos, mas que impulsar o motivar, destruye desde una excesiva critica, sin darse cuenta del daño emocional que produce en sus hijos.

Ese tipo de padres han tenido a su vez padres severos con sus fallos, de esta forma en base a sus vivencias y aprendizajes perpetúan de forma inconsciente el mismo patrón.

La otra vertiente seria el padre pasota, demasiado laxo, que está ausente y no pone ningún tipo de estructura a través de limites y normas. 

Si tu padre no ha sido amoroso en cualquiera de las dos variantes, habrás notado su ausencia emocional.

En este caso es importante que trabajes en tu interior para potenciar las cualidades del padre amoroso.

4. Cómo sanar la relación con tus padres

Puede que uno o ambos padres no hayan sido amorosos contigo, en el sentido que no te dieron la contención afectiva, el apoyo, la atención y la comprensión que a ti te hubiera gustado.

En su defecto recibiste por parte de ellos  falta de atención, incomprensión y desvalorización.

Sanar la relación con tus padres es un proceso que conlleva en primer lugar conectar con tus heridas para transcenderlas desde una renovado amor por ti mismo.

4.1 Conociendo tu herida con cada uno de ellos

Tu herida nuclear tiene que ver con emociones muy intensas y reiteradas que experimentaste siendo niño dentro de tu familia.

Estas emociones pudieron ser desamparo, abuso, desvalorización…

Hacer un trabajo interior para sanar tu niño herido te permitirá identificar tu resentir hacia tus padres.

En consulta puedo ayudarte a identificar y poner nombre a esas heridas para que puedas sostenerla y abrazar tu vulnerabilidad desde el adulto que ahora eres.

4.2 Liberando tus heridas desde la comprensión

Tu herida infantil te llevó a generar una serie de comportamientos que te permitieron adpatarte y sobrevivir en tu familia de origen.

Estos comportamientos te ayudaron a mitigar el dolor emocional.

Sin embargo ahora de adulto, estos comportamientos te limitan y desempoderan, por tanto, ya no tiene razón de ser.

Tu propia herida se encuentra muy ligada  a la de tus padres, cuando no se sana, va perpetuándose de generación en generación.

Cuando puedes ver y comprender la herida de tus padres, estas en disposición de empezar a liberar la tuya.

4.3 Reprogramando tus arquetipos paternos

La reprogramación de tus arquetipos paternos consiste en implantar en tu inconsciente arquetipos paternos más amorosos y saludables.

Para ello tendrás que ir integrando y desarrollando en tu interior las cualidades de un padre y madre amorosos.

Integrar en armonía ambos arquetipos te permitirá sostener y cuidar a tu niño interior.

4.4 Potenciando tus padres amorosos

En tu interior existe un padre y madre amorosos.

El padre amoroso se potencia despertando e integrando las cualidades del padre amoroso.

La madre amorosa se potencia despertando e integrando las cualidades de la madre amorosa.

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