Píldora 4: Vuela por encima de tus pensamientos

Como habrás deducido por píldoras anteriores, la felicidad no llega de forma instantánea, requiere un esfuerzo y una atención constante centrada en nuestros pensamientos, sentimientos y acciones.

Yo estoy por encima de mis pensamientos negativos

La felicidad está totalmente relacionada con los pensamientos que elegimos ante un determinado hecho o circunstancia.

Los decretos y palabras que emitimos también son importantes en este sentido, pues a través de ellas damos fuerza a nuestros pensamientos.

Es muy importante que observes como es tu vocabulario.

¿Hablas bien de ti?

¿Cómo es tu dialogo interno?

¿Te censuras y te críticas a menudo?

Cuando hay un gran ruido interior (en forma de autocritica, culpa o reproche), alimentas pensamientos que te condenan y esclavizan, en este caso lo mejor es observar ese tipo de pensamientos con el mayor desapego del mundo, como si fuera una historia que está en tu cabeza, pero que no tiene nada que ver contigo, así perderán fuerza.

También puedes optar por un ejercicio muy divertido que a mi me funciona muy bien.

Consiste en ponerle un nombre gracioso al critico interno, por ejemplo «Chuky el Diabólico» o cualquier otro que se te ocurra, de esta forma conectas con el humor y enseguida notarás que el critico interno se debilita.

Incluso puedes dialogar con el y decirle «vete por ahí, en estos momentos tengo algo mejor que hacer».

Empecemos por tu vocabulario

Si cambia tu vocabulario, cambiará tu forma de pensar y si cambia tu forma de pensar, cambiaran tus emociones.

Todos tus procesos internos (pensamiento + emoción + acción) están estrechamente vinculados, y si se produce un cambio en cualquiera de ellos, el resto de los procesos cambiarán.

Recuerda que tienes que hablar en los mejores términos que puedas sobre ti, así te convertirás en la mejor expresión de ti mismo.

Ejercicios propuestos para tu semana 4

1. Cambia tu vocabulario

Elimina de tu vocabulario las palabras negativas y busca otras de sentido parecido que tengan un significado más optimista.

Algunos ejemplos:

  • Victimismo=Autosuperación
  • Obstáculo =Desafío
  • Frustración=Aprendizaje
  • Soledad=Momento para autoconocimiento y cuidado

2. Etiqueta tus pensamientos

De todos los pensamientos que tenemos a lo largo del día, bien poquitos son funcionales; la mayoría nos denigran, nos molestan, nos enfadan, nos cabrean o nos conducen al autosabotaje; si reiteramos en ellos, echan raíces, se hacen fuertes y casi adquieren vida propia.

Una forma para que no adquieran tanto poder es observarlos y etiquetarlos.

Veamos un ejemplo:

  • Si estoy teniendo un pensamiento recurrente, lo etiqueto como pensamiento obsesivo.
  • Si tengo un pensamiento que me hace sentir mal, lo etiqueto como pensamiento negativo.
  • Si tengo un pensamiento que me recuerda algo importante, como tengo que llamar a mi madre por su cumple, lo etiqueto como pensamiento funcional, pero ojo, si este pensamiento funcional se repite constantemente a lo largo del día (y encima no llamas a tu madre), se convertirá en un pensamiento innecesario.

 A lo largo de un día observa tus pensamientos y etiquétalos, comprobarás como al etiquetarlos pierden fuerza porque aparece un observador más allá de los pensamientos que ahora se encuentra activo y en actitud de manejarlos.

3. Desarrolla otra visión más positiva

Antes de sacar conclusiones negativas sobre un suceso, puedes ampliar tu visión retrospectiva, para ello pregúntate:

  • ¿Qué otro significado podría yo darle a este suceso?
  • ¿Puede resultar de ello algo positivo?
  • ¿Ofrece una oportunidad para algo?
  • ¿Qué lección puedo aprender para el futuro?

Ahora elige tres situaciones de tu vida que consideres en modo negativo y aplica las preguntas formuladas.

Cualquier situación que consideres negativa siempre trae repercusiones positivas aunque en ese mismo instante no puedas verlo.

… en la próxima píldora abordaremos la gratitud como antídoto ante la queja.

Un abrazo,

Virginia de la Iglesia