¿A veces te acechan pensamientos que no puedes controlar?
¿Tienes pensamientos obsesivos?
¿Tiendes a comerte en exceso la cabeza?
Este tipo de pensamientos extremos se llaman erróneos y te conviene conocerlos para que no pululen por tu cabeza más de la cuenta.
La clave para que no acampen a sus anchas es detectarlos y luego etiquetarlos de esta forma empiezas a ejercer control sobre ellos y no ellos sobre ti.
10.1 Claves para detectarlos
- Aparecen de forma espontanea
- Tienden a dramatizar y catastrofizar
- Son rígidos y se expresan en términos de obligaciones
- Son perseverantes y difíciles de desviar
- Aprendidos de forma inconsciente
- Automáticos y poco racionales
10.2 Una dosis extra de energía, por favor
Hoy tratamos un tema que va a redundar en la obtención de una mayor dosis de energía, sobre todo a nivel mental.
Como ya sabrás, la mayor parte de nuestra energía la perdemos en pensamientos recurrentes, negativos, innecesarios u obsesivos que aquí vamos a denominar en su conjunto pensamientos erróneos.
Es fundamental conocer estos pensamientos distorsionados para que no acampen a sus anchas.
10.3 Pensamientos erróneos
Albert Ellis y Aaron T.Beck denominaros distorsiones cognitivas a los pensamientos erróneos.
Es muy importante saber como actúan para poder ejercer un control sobre ellos y no al revés.
La característica principal de estos pensamientos es que en todos los casos van a producir malestar emocional o conflicto interior, es decir, te van a hacer sentir mal contigo mismo, esta es la mejor forma de detectarlos.
Este es un LISTADO donde aparecen algunas formas de pensar que actúan de filtro y distorsionan tu realidad:
- Pensamiento polarizado: la persona se va a los extremos y valora los hechos en términos de todo o nada y no desde un punto de vista neutro o equilibrado.
- Catastrofización: Generalizar una conducta a partir de hechos aislados.
- Sobregeneralización: Generalizar un caso aislado.
- Etiquetado: Encasillar en un determinado papel a una persona.
- Falacia de control: Pensar que los demás tiene la culpa de todo lo que nos sucede.
- Personalización: Pensar que uno es el causante directo de un suceso, cuando en realidad han sido otros.
- Debeísmo: Tener reglas muy rígidas de como se debe de actuar.
- Pensamiento supersticioso: pensar que la causa de un suceso se debe a la mala suerte, destino.
Como habrás comprobado, las últimas lecciones no están tan relacionados con la dependencia o la pareja sino con aspectos que tienen que ver más con uno mismo, trabajar estos aspectos se traducirá en una mayor libertad cuando te relaciones con otras personas y también en un contexto de relaciones más estrechas donde se incluye la pareja.