Cómo funciona el programa ego

¿Qué es el ego?

El ego es un programa o software artificial insertado desde el exterior. Un programa son un conjunto de ordenes o instrucciones para realizar una labor concreta.

Todos poseemos un ego mas o menos desarrollado fruto de todo nuestro condicionamiento social proveniente de la familia, instituciones, cultura, religión, en definitiva fruto de lo que podemos llamar de forma genérica sistema.

El ego es un conglomerado de falsas creencias a cerca de quien realmente somos y por lo tanto es todo lo accesorio con lo que nos encontramos en el transito del conocimiento hacia uno mismo.

Pero el ego no es el malo de la película ya que cumple funciones relevantes para nuestra vida, una de ellas es la de crear diferentes roles a través de los cuales poder manejarnos en el mundo material con soltura, es decir, nos proporciona un sentido de la identidad a través del cual podemos proyectarnos en la sociedad.

El problema viene cuando empezamos a identificarnos con estos roles o personajes ficticios y nos olvidamos de mirar en nuestro interior, único lugar donde podemos hallar la realidad de lo que en verdad somos. De hecho el ego se vale de una serie de mecanismos que impiden conectar con nuestra esencia, sin embargo el ego puede ser un gran aliado a la hora de conocer lo que es real en nosotros porque gracias a el podemos ir descartando todo lo que es falso o prestado.

El ego se encarga de garantizar nuestra supervivencia a nivel físico en nuestra realidad pero además también intenta preservar nuestro sentido de identidad, es decir aquello que nos diferencia de los demás. Es por eso que al ego le gusta compararse y sentirse especial. El ego se alimenta de la comparción y justo aquí reside la trampa, porque en esencia todos somos iguales, ni mejores, ni peores. Diferentes pero en el fondo iguales.

El ego y el miedo

Desmantelar al ego y ponerle a hacer su verdadera función que no es otra que gestionar nuestro mundo material no será tarea fácil si antes no entendemos como funciona.

El ego para funcionar necesita de la energía del miedo, la más paralizante de todas. Una persona con miedos, ya sea miedo al rechazó, humillación o abandono hará todo lo posible para escapar de ellos, fortaleciendo todos aquellos roles o caretas que le alejen de sentir esas emociones y para esto se requiere una gran cantidad de energía que es promovida precisamente desde el miedo.

Es por eso que el trabajo con nuestros miedos más primarios resulta una labor fundamental para no engordar aquellas máscaras promovidas por el ego y que en realidad poco o nada tiene que ver cono nosotros.

Trabajar con la energía del miedo no resulta fácil porque es volver a rozar con los dedos las heridas abiertas de un pasado tal vez muy remoto y a nadie a priori le apetece meterse en ese jardín. Pero el miedo crece cuando no queremos ver, ni oír es por eso que cuando nos metemos de lleno en el miedo este comienza a desaparecer porque en el fondo es una construcción con poca consistencia.

El ego es como una coraza que nos protege de todos los ataques externos y en ese miedo crece y se fortalece y ese es su proceso, pero cuando esa coraza limita e incluso asfixia quizá es el momento de revisar todos esos mecanismos de protección creados para liberarnos del miedo al dolor de nuestras experiencias pasadas.

Una semilla permanece en el interior de la tierra porque allí se siente protegida del exterior, necesita un periodo de tiempo para crecer pero llegará un momento en el que para seguir creciendo y experimentando necesitará la lluvia, el sol y el viento del exterior. A las personas les sucede lo mismo, al principio se protegerán porque dentro de su vulnerabilidad buscan una seguridad para poder crecer y avanzar pero llegará un momento en que esa seguridad ya no proporcionará la savia bruta para seguir creciendo, es entonces el momento de salir del cascarón sin miedos.

Moldear el ego

No es necesario prescindir del ego, si no tener muy claro que nos proporciona un sentido de identidad: yo soy fulanita de tal, que trabaja en x y le gusta z, pero esa identidad no es mi yo real si no un mero instrumento que me da orden y estructura para manejarme con cierto orden en una realidad exterior.

Potenciar el amor por uno mismo y por todo aquello que hace sentir bien es la manera más rápida y directa de conectar de nuevo con la realidad de lo que VERDADERAMENTE somos y creó que todos en alguna ocasión lo hemos experimentado. Ahora es cuestión de potenciarlo.

Para saber cual es tu verdadera esencia intenta averiguar en que momentos te sientes sencillo, liviano, libre y amoroso, porque es ahí cuando uno se muestra sin las restricciones de sus condicionamientos.

A continuación te dejó algunas frases de inspiracion:

» Recortas y moldeas tu pelo pero casi siempre olvidas recortar y moldear al ego. A. Einstein

» Si con todo lo que tienes no eres feliz, con todo lo que te falta tampoco. Anónimo

» El ego necesita retos, vive con el reto. Osho

» No conozco un valor mayor que el necesario para mirar dentro de uno mismo. Osho

» El ego no puede comprender nada porque sólo ve su punto de vista y por eso vive frustrado. Julio Bevione

» Si no logras ver lo que vales es probable que te juntes con quien tampoco pueda verlo. Anónimo

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3 comentarios en «Cómo funciona el programa ego»

  1. Saludos, vivo en Venezuela, estudio la kabalah y te felicito Virginia por el excelente artículo, tomaré encuenta tu página para crear algo parecido y ponerte a ti como mi agregada es decir mi columnista especial, espero me ayudes en este proyecto.

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    • Hola Efren, pues ánimo en tu proyecto. En ocasiones colaboró escribiendo para blogs de temáticas similares o relacionadas con la mía, puedes hacerme llegar tu propuesta vía e-mail. Saludos desde Madrid.

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