El contenido de la siguiente frase es muy interesante si le prestamos la atención que merece:
«La vida es un juego donde la ilusión debe convertirse en verdadero deseo,el deseo en acción y voluntad, y la acción en hecho consolidado.
Pues si solo soñamos sin desear de verdad, o solo deseamos sin poner manos a la obra, o solo sembramos sin recoger la cosecha, al final del juego nos quedamos sin nada». Wang
Por mi experiencia personal y profesional he podido comprobar que en el proceso psicoterapeutico hay varios factores que pueden entorpecer el camino hacia la recuperación del consultante, independientemente de cual sea la problemática a resolver.
Los impedimentos son los siguientes:
1. Expectativas muy elevadas
Un terapeuta tiene una visión más objetiva que la tuya y conoce las herramientas que te pueden servir de ayuda, sin embargo el poder lo tiene el consultante.
El terapeuta guía, orienta, enseña y hace de espejo para que tomes consciencia de aspectos que te cuesta reconocer en ti mismo.
También da sostén, acompañamiento y un feddback regular para que compruebes cuales son tus avances pero el no puedes caminar y actuar por ti.
Este impedimento se puede resolver definiendo que objetivos quieres alcanzar con la terapia, estos tienen que ser específicos y realistas.
2. Búsqueda de resultados inmediatos
Todo conflicto pasa por un proceso mas o menos largo de resolución y en este sentido las prisas por conseguir resultados inmediatos no juegan a nuestro favor y pueden hacer que nos desesperemos y abandonemos.
Hay gente que es partidaria de técnicas exprés que producen un gran movimiento energético y desbloqueo en un breve periodo de tiempo, alegan que en la “nueva era” todo va muy deprisa.
En mi opinión pasar por estos procesos tan rápidamente es contraproducente, pues a veces ese movimiento es difícil de sostener y no damos tiempo a que la nueva información adquirida se integre en condiciones. Tampoco estoy a favor de terapias larguísimas, ese extremo tampoco es necesario.
Cada persona tiene su propio ritmo y debe tomarse el tiempo que ella considere y necesite según su propio proceso personal, el terapeuta también puede aconsejar y dar su punto de vista para tomar una decisión conjunta.
Aunque cada persona es un mundo, una pregunta muy común cuando alguien comienza la terapia es ¿Cuanto tiempo dura la terapia? y yo siempre respondo que en definitiva eso depende del consultante, pero es aconsejable asistir al menos diez sesiones de forma continuada para que se pueda detectar la problemática real de forma precisa, pues muchas veces el problema que el consultante plantea al inicio es muy superficial y es solo un pequeño síntoma de todo lo que hay por debajo.
3. Falta de constancia
Probar miles de técnicas o terapeutas genera dispersión y esto no ayuda a profundizar en uno mismo.
Lo ideal es escoger un terapeuta o una técnica que consideres afín contigo, esto es de vital importancia para que te sientas cómodo y desees profundizar.
Hoy en día no lo tenemos nada fácil para elegir; multitud de técnicas emergen cada día al mercado, muchas veces son técnicas milenarias cambiadas de nombre y envueltas en un paquete bonito.
Ante tanta avalancha de posibilidades uno tiene que aprender a elegir según su discernimiento y siendo realista con aquello que pretende conseguir.
Y sobre todo hay que tener en cuenta que todo ayuda pero que nada es la panacea (no pongamos el poder fuera).
El motor mas importante para el cambio es el compromiso que firmes contigo mismo y el verdadero deseo de querer estar mejor cueste lo que cueste.
4. Falta de compromiso
Lo que observo día a día es que la mayoría queremos estar bien, sin esfuerzo, sin implicación, sin generar cambios y sobre todo sin pasar a la acción que es el ultimo paso para materializar. Normal que nuestras expectativas se vean frustradas.
Compromiso significa que amarte y conocerte van a convertirse en los principales pilares de tu vida, ese es el verdadero compromiso, que por cierto dura toda la vida, pues lo queramos o no, siempre estamos evolucionando.
Así que este juego se trata de una carrera de fondo y no de un maratón, por lo tanto, ser compasivos y no exigirnos mas de lo que podamos abordar son actitudes fundamentales para sentirte en calma
Cuando comenzamos un proceso de mejora personal para sentirnos mejor (al fin y al cabo eso es lo que todos buscamos), no hay que perder de vista estos factores de riesgo que impiden y dificultan la recuperación.
Acabo con unas palabras de Einstein: «nada cambia hasta que algo se mueve».
Autora: Virginia de la Iglesia