Este es un post invitado de Beatriz Blasco
CÓMO ESTIMULAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LOS NIÑOS
Si has llegado hasta aquí es porque estás interesada en desarrollar la inteligencia emocional en tus hijos.
Encontramos diferentes definiciones sobre inteligencia emocional. Según Daniel Goleman consiste en la capacidad de controlar las emociones propias y ajenas, diferenciar entre ellas y utilizar esta información para guiar nuestro pensamiento y acciones.
En este post me gustaría hablar más bien de energías arquetípicas que de emociones.
El desarrollo de la inteligencia emocional también tiene que ver con la forma en que los bebés y los niños sienten estas energías a través de ellos.
Si entendéis qué son y cómo se manejan estas energías arquetípicas podéis acompañar a vuestros hijos en su desarrollo emocional desde temprana edad.
Además podréis evitar bloqueos e interpretaciones negativas de estas energías.
Si quieres saber más sobre los arquetipos entra aquí.
ENERGÍAS ARQUETÍPICAS
Según Stephen Gilligan (2009) hay tres energías arquetípicas fundamentales:
- Ferocidad (resistencia, fuerza, intensidad)
- Ternura (suavidad, apertura, amabilidad)
- Travesura (humor, creatividad, flexibilidad)
Estas energías se llaman arquetípicas porque todos los seres humanos, y muchos mamíferos, las poseen y no tienen que ser aprendidas.
Se dice que vienen de serie y desde el momento en que nacemos somos capaces de expresar estas energías de alguna manera.
La función de las energías arquetípicas, al igual que las emociones, es ayudarnos a adaptarnos al medio y abordar de forma eficaz los desafíos y oportunidades de la vida.
Podría decirse que la función primaria del arquetipo es ayudar a la persona a desarrollarse como ser humano.
Para un niño un desafío puede ser recuperar un juguete que le han quitado o diseñar alguna estrategia para subirse a la estantería coger lo que quiere 😉
1 Ferocidad
Esta energía se necesita para establecer límites, reclamar nuestras necesidades y comprometernos con la acción.
Para responsabilizarnos necesitamos un enfoque intenso y profundo. Esta es la energía del arquetipo del guerrero.
La ferocidad bien utilizada y combinada con las otras dos aporta fuerza, claridad, valor, compromiso, límites. Mal expresada se convierte en agresividad y violencia.
2 Ternura
Se necesita para conectar con los demás. Para tener integridad emocional. Para dar y recibir de forma efectiva el apoyo necesario para crecer y sanar.
Esta energía nos permite sentir la calma, sentir empatía y sensibilidad.
Es la energía del arquetípico de la madre o el amante.
Las expresiones positivas de la ternura son la bondad, calma, dulzura, compasión
Si se expresa de forma negativa o sin combinar con las otras energías la expresión puede ser debilidad, falta de límites claros, dependencia emocional
3 Travesura
La travesura aporta ingenio, diversión y creatividad. Es necesaria para encontrar nuevos puntos de vista.
Su forma positiva nos ayuda a mantenernos flexibles, alegres, sueltos.
Cuando nos ponemos demasiado serios podemos apegarnos rígidamente a una idea, una creencia o punto de vista concreto.
Su forma negativa es cinismo, superficialidad, irresponsabilidad, engaño
Es la energía arquetípica del mago.
EXPERIENCIAS NEGATIVAS
En función de la relación que se establece con las energías la expresión humana de las mismas puede ser una experiencia negativa o una experiencia positiva.
Muchos de los bloqueos, obstáculos que sufrimos de mayores tienen su origen en experiencias con las que no tuvimos una relación adecuada de pequeños.
Gilligan siempre dice que las experiencias negativas son aquellas que se han quedado congeladas y a las que no se les ha dado una presencia humana. No han sido aceptadas y recibidas.
Para los niños es muy importante que las personas de su entorno sepan recoger esas energías y acompañarles en el proceso de darles presencia humana. Para crear un espacio, entenderlas y acogerlas.
Hay que aprender a canalizar estas energías encontrando los equilibrios. Hacer las combinaciones adecuadas con ellas. Como si pudiéramos regular los niveles como un ecualizador de música.
En cada situación la vida puede exigir a la persona expresar cada energía arquetípica, pero los convencionalismos sociales pueden limitar el modo de responder a esa demanda.
Por ejemplo, un niño quita un juguete a otro y éste va y le muerde.
Si en lugar de dar espacio a esta reacción respondemos con un grito y censuramos sin más la acción de morder, el resultado es que el niño no sabe que le ha pasado y cómo manejar eso que ha sentido.
Para estimular la inteligencia emocional en los niños, favoreciendo la auto estima, es fundamental acompañarles en el manejo de estas energías.
Son las energías que de forma natural y espontánea van a utilizar desde que nacen.
Te dejamos tres claves para acompañarles en este proceso de humanizar las energías arquetípicas.
3 CLAVES PARA RECONOCER Y EQUILIBRAR LAS ENERGÍAS ARQUETÍPICAS
1 Validar el comportamiento
Todos tenemos una intención positiva detrás de todo comportamiento. Con independencia de que el comportamiento sea correcto, aceptable o no.
Cuando el bebé o el niño muestre una de las energías de forma descontrolada valida esa reacción. Tiene algún motivo para estar así.
Díselo, coméntalo con él desde tu estado centrado. Si estas nervioso es difícil conectar con el niño.
Si muerde, pega o se tira al suelo tiene un motivo para hacerlo. Házselo saber para que poco a poco se vaya dando cuenta.
2 Corregir el comportamiento
Una vez que hemos validado el comportamiento reconociendo que hay un motivo para tenerlo y sentirlo es importante remarcar que esa no ha sido la mejor respuesta posible.
Lo que ha hecho no ha estado bien. Por ejemplo pegar a otro niño, aunque tenía su motivo.
Así que tiene que saber y entender
- que tiene un motivo para sentir esa energía, que le viene a ayudar
- que la expresión que le ha dado a la energía no es la más adecuada.
3 Acompañar en la búsqueda de una nueva forma
Ahora que ya sabe que ha sentido esa energía para algo y que no ha dado la mejor expresión posible tienes que acompañarle el proceso de búsqueda de nuevas alternativas.
Por ejemplo si ha pegado, pregúntale de que otras formas puede reclamar o pedir lo que quiere o necesita sin pegar. Si es muy pequeño le tendrás que ayudar y dar alternativas.
Puedes hacer teatrillos con él o ella para que aprenda expresiones corporales de las energías. Por ejemplo aprendiendo a poner cara de ferocidad, combinado con ternura.
Es cuestión de que pruebes que formas son mejor para tus hijos. Juega con ellos, y usa la energía de la travesura combinada con ferocidad y ternura para descubrir nuevas formas de enseñarle y acompañarle.
Cada situación que nos plantea la vida necesita de una combinación de estas energías para dar la mejor respuesta posible.
El manejo de estas energías hay que trabajarlas. Todos tenemos una o dos de estas energías que manejamos peor. Aquella que en nuestra familia no era muy común o no se expresaba de forma adecuada.
Para estimular la inteligencia emocional en tu hijo es necesario manejar estas energías y expresarlas en la forma más adecuada para cada situación.
Para acompañar a tus hijos en este proceso es necesario que previamente tengas claro en ti la expresión positiva de estas energías y combinarlas.
Déjanos tu comentario o tus dudas. Muy gustosamente te contestaremos y aportaremos nuestro conocimiento.
Si te ha gustado ayuda a compartirlo en las RRSS 🙂
¡Gracias!
Muy interesante Beatriz!
Aunque reconozco que no es nada fácil manejar los arquetipos como describes.
La teoría la conocía aunque no sabia como se llamaba, pero en la practica… no siempre tenemos esa disposición o tiempo para hacer las cosas como debemos.
En nuestro caso creo que lo estamos llevando de forma aceptable con nuestros hijos, por lo que describes, en cuales han de ser los patrones a llevar en la educación de los mismos.
Creo que seguiremos en la misma linea e intentando mejorar en lo posible.
Gracias chicas por esta estupenda lección.
Un abrazo para las dos.
Hola Ángel,
Yo no conocía los arquetipos que describe Beatriz, al menos no en este contexto, el planteamiento me ha parecido original y muy útil…
Soy de las que piensa que muchas veces tener la teoría nos ayuda a observar y modificar ciertos comportamientos que tenemos en la práctica y todos estos conocimientos nos vienen de perlas para lidiar con los más peques.
Un fuerte abrazo
Mil gracias Angel por pasarte por aqui. Es un placer seguro para Virginia y para mí.
Hay que tener en cuenta que en cada momento todos los padres hacen lo mejor que pueden y saben. No es fácil manejar las energías de uno mismo, así que también cuesta trabajarlas en los niños.
Son procesos que cada uno debe experimentar para aprender a manejarlos.
El objetivo de compartir estas informaciones es acercar otras formas de pensar y hacer.
Un abrazo
Muchas gracias Bea por tu post, está planteado de una manera práctica y sencilla.
Tienes toda la razón, a veces ya nos cuesta lidiar con las energías de uno mismo y perdemos la paciencia con los niños, por eso me parece de gran ayuda para comprender mejor la naturaleza de los niños y armonizar nuestra relación con ellos.
Un fuerte abrazo
Todo un descubrimiento para mi chicas!
Ha sido un post muy muy interesante, os felicito.
Creo que las 3 claves son una guía extraordinaria para los padres que no sepan cómo manejar las conductas «negativas» de sus hijos.
Gracias por compartir este conocimiento!
Un abrazo
Hola Alvaro,
Para mi también ha sido todo un descubrimiento conocer las tres energías arquetípicas en los niños.
Desde luego esta es una información muy útil para que los profes y papás puedan comprender a los niños mucho mejor y fomentar el lado más constructivo de estas emociones básicas.
Gracias por compartir.
Sencillez y claridad! Gracias!!!
Muchas gracias Laura por pasarte y comentar. Nos alegra que te artículo te haya aportado . Un abrazo