Los padres son el pilar fundamental a partir del cual se construye nuestra autoestima.
Ellos, con su discurso y creencias moldean la valoración y visión que tenemos acerca de nosotros mismos y de la vida.
De esta manera, de adultos nos decimos interiormente las mismas cosas que ellos nos decían.
Este dialogo interiorizado a nivel inconsciente determina nuestro nivel de autoestima.
Si queremos tener una sana autoestima es requisito totalmente necesario REVISAR como ha sido nuestra relación con ellos con el objetivo de liberar todas las emociones enquistadas y creencias limitadoras que llevamos en la mochila, y poder valorarnos así en base a una nueva visión de nosotros mismos.